19 COSAS QUE ME AYUDARON A SALIR DEL ESTRÉS CRÓNICO CON DEPRESIÓN
- Micaela Marciano

- 25 jul
- 6 Min. de lectura

Es necesario aclarar que estas son cosas que me ayudaron a mi, y si bien son cosas que en general ayudarían a cualquier persona, cada uno es diferente y puede que no te sirva TODO lo que te voy a compartir. Toma lo que te resuene y lo demás déjalo ir.
Entonces, te voy a contar cómo primero eliminé el estrés crónico y luego la depresión.
Aqui va:
Tomé Ashwaghanda por dos meses
Esta raíz se utiliza mucho en la medicina Ayurveda para disminuir el nivel de estrés. Contiene sustancias químicas que pueden ayudar a calmar el cerebro, reducir la hinchazón, disminuir la presión arterial y alterar el sistema inmunológico.
Se puede conseguir en polvo o en cápsulas. Yo la tomaba en el tecito de la noche y a la mañana en el cacao/café. A veces sigo tomándolo. Debo mencionar que está contraindicado para personas con problemas de tiroides.
Obligarme a seguir entrenando aunque sea 5 minutos
Uno de los pilares para la salud mental es la actividad física.
La mayoría de las veces no quería entrenar pero me obligaba así sea a hacer 3x10 sentadillas, o 15 minutos de cinta.
Incluir estiramiento al finalizar mi entrenamiento
Tuve una época que dejé de elongar al finalizar mi entrenamiento porque total “al otro día no me dolían los músculos.” Pero cuando estudié para coach de estrés comprendí los beneficios de incluir esta práctica en donde vuelvo a la calma y a relajar mi sistema nervioso luego de una dosis de estrés controlado (el entrenamiento).
Hacer ejercicios de respiración
La respiración hace que las emociones atraviesen el cuerpo. Nuestra respiración suele ser acortada desde chiquitos porque evitamos sentir.Pero si en momentos de tensión, estrés, ansiedad te detienes unos minutos a respirar vas a observar como se va transformando la emoción. Dejas de resistirte a ella, te atraviesa y sigue su curso. Como las olas del mar.
A veces el dolor, la ansiedad vuelven una y otra vez porque hay una herida profunda. Lo que me lleva al siguiente punto
Hice terapia con una especialista en trauma
Sabía que el origen de mi depresión eran heridas profundas. Tuve que ir a la raíz (cosa que vengo haciendo hace muchos años).
Mi terapeuta me ayudó a comprender mi trauma, y a conectar con mi cuerpo, que es donde queda acumulado el trauma.
Ser más amorosa con mi niña interior
Esos traumas, esas heridas profundas las llevaba mi niña interior. Así que poco a poco voy aprendiendo a darle amor a esa niña, convirtiéndome en la madre que necesité. Cuidándome, escuchándome, dejando de autopercibirme como “demasiado intensa” para preguntarle a mi niña “qué necesitas hoy? qué te gustaría que hagamos?”.
Limpiezas energéticas
No puedo dejar de darle crédito a las limpiezas energéticas que me sacaron un par de entidades y seres del bajo astral que me estaban consumiendo. Me sigo haciendo estas limpiezas cada 1 o 2 meses.
Aprendí a poner límites
Cuando empezás a conocerte, empezás a darte cuenta de qué forma funcionás mejor. Esto me llevó a poner limites con respecto a a qué tipo de encuentros sociales voy, con qué tipo de personas quiero interactúenar y con quien no. Cuando estuve con estrés crónico fue por estar en una relación con una persona con características narcisistas, así que tuve que aprender a poner limites ahí y cortar vínculo con esa persona en donde mi sistema nervioso se sentía en alerta constante.
Invertí en mi sistema nervioso
Siempre voy a recomendar esto, así sea invertir en un masaje.
Parte de invertir en mi sistema nervioso fue ir a vivir un lugar que esté más cerca de la naturaleza, específicamente más cerca de la playa.
Mejoré mi vida social
A medida que mi sistema nervioso se regulaba, me abrí a salir de mi casa, sociabilizar y conocer gente nueva. Esto me dio una sensación de pertenencia, además de beneficiarme del simple hecho de comunicar lo que me pasa y recibir otro punto de vista. Sociabilizar también hace que no estemos pensando en nosotros mismos todo el tiempo, que podamos dejar de mirar nuestro propio ombligo y así escuchar al otro. Pero también nos da esa sensación de sentirnos apoyados y tenidos en cuenta (cuando elejimos a las personas correctas).
Me permití ser feliz y reír
A raíz de viejas heridas de mi infancia, yo no me lo estaba permitiendo.
Haber crecido con una mama que estaba mayormente triste me hizo sentir que ser feliz era ser desleal. “Cómo voy a ser feliz si mi mamá no lo es? No puedo.”
Siempre buscaba la forma de salvarla, aun hay veces hoy en día que me sigo encontrando queriendo hacerlo.
Es una programación que decidí cambiar. Por ejemplo comencé a ver películas de comedia. Empece a usar afirmaciones como ”me permito ser feliz”.
Comencé a eliminar hongos y parásitos de mi organismo
Nuestro queridísimo Frank Suarez decía que las personas que tienen exceso de cándida (hongo que vive en nuestros intestinos), tienen depresión. Le creo. Sí doy fe de que a mayor parasitación, mayor probabilidad de depresión. Con el tiempo comprendí que muchos de mis pensamientos suicidas venían de parásitos que buscan alimentarse de nuestra energía negativa. Estos seres tienen la capacidad de introducir pensamientos, desde antojos, como querer comer una hamburguesa, hasta pensamientos destructivos como ideas suicidas o autolesionarse.
Para eliminar hongos y parásitos fui a un médico homeopático.
Mejoré mi alimentación (sin privarme de nada)
Una de las cosas que me pasaba cuando estaba depresiva era que no tenía ganas de conectar con la cocina. No tenía ganas de cocinar, ni ganas de comer. Si quería comer pedia delivery de cosas no muy saludables (inflamatorios).
Ya no es una noticia que nuestros intestinos y cerebro están conectados. Consumir alimentos que generan inflamación en los intestinos también va a hacer que se inflame nuestro cerebro, y como este está cubierto por nuestro cráneo, no tiene mucho espacio para expandirse, generando un exceso de-presión.
Cuando me vine a vivir más cerca de la naturaleza, en otro ambiente, otro entorno, comencé a conectar más con mi alimentación, a comer mejor, pero sin privarme de nada.
Comencé a tener más contacto con la naturalez
Somos seres de naturaleza y hoy en día se perdió mucho eso en las grandes ciudades, aunque así y todo, cuando vivía en la ciudad buscaba mis formas de conectar con el pasto, el rio, el sol.
Considero extremadamente beneficioso para nuestro sistema nervioso practicar grounding diariamente, así como tomar sol, contemplar el agua del río o el mar, los árboles y los pájaros.
Utilicé tecnología cuántica
Estamos en un punto de la humanidad en donde la inteligencia artificial se unió con la espiritualidad, dando lugar a una nueva rama en la medicina, con las máquinas de biofeedback. Esa tecnología está disponible para nuestro beneficio y opera a nivel sutil, es decir, en el campo cuántico.
2 sesiones de biomagnetismo
Es una terapia alternativa que utiliza campos magnéticos para tratar diversas condiciones de salud. Se basa en la idea de que el cuerpo humano genera campos magnéticos y que los desequilibrios en estos campos pueden contribuir a enfermedades. La terapia implica la aplicación de imanes en puntos específicos del cuerpo para restaurar el equilibrio y promover la curación.
Tener un propósito
Sentir que tenemos un próposito nos da una sensación de que somos valiosos, y que el mundo (o alguien) nos necesita. Una persona con propósito tiene una razón por la cual levantarse por las mañanas. Todos tenemos dones y talentos que podemos poner al servicio de la humanidad.
Comencé a tomar Omega 3
Este suplemento mejora la salud cardiovascular, el desarrollo cerebral y visual, la reducción de la inflamación y la mejora de la salud mental. También pueden ser beneficiosos para la salud ocular, las articulaciones, el sistema inmunológico y la función sexual.
Seguir practicando y desarrollando la resiliencia
La resiliencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades. Es seguir adelante aunque todo parezca cuesta arriba, aprendiendo a tener un diálogo interno positivo, y a cultivar una red de apoyo.
La depresión suele venir con el pensamiento o la creencia de que “no voy a poder”. Seguramente ya escuchaste esto, pero lo voy a escribir acá porque es tan real, y es que: estás en lo cierto tanto si pensás que vas a poder, como si pensás que NO vas a poder. Así que te invito a cultivar esa resiliencia en donde aprendas a tener un diálogo interno positivo con vos mismo, en donde sepas que SÍ VAS A PODER.
Hasta aquí las 19 cosas que hice para salir del estrés crónico y la depresión.
Gracias por leerme, espero que te haya resultado valioso.
Te mando mucho amor.
Micky.




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